Mazda CX-60, un habitáculo colmado de sensaciones.
El CX-60 está en la cúspide dentro del line up de Mazda, y para seguir en esa posición, se ha reforzado la calidad y la presentación del habitáculo.
Por Leonardo Pacheco
Mazda es una marca digna de admiración, por varias razones, aunque la más importante de ellas es que ha logrado mantener su independencia, ya que no pertenece a uno de esos gigantescos grupos industriales, y mejor aún es que ha conservado intactos sus ideales… hasta el punto de ser uno de los primeros fabricantes en alzar la voz frente al excesivo uso (y abuso) de las pantallas táctiles.
A nivel local Mazda está pasando por uno de sus mejores momentos, porque sus ventas van ascenso y ejemplares como el CX-5 se venden como pan recién salido del horno. Y si a eso le sumamos que la marca es una de las pocas que ofrece un deportivo asequible, hablando del MX-5, lo que tenemos es una receta ganadora; en estricto rigor existe un Mazda para cada etapa de la vida.
El CX-60 debutó en nuestro país hace un par de años, con un precio que en un principio sonaba descabellado, pero que se fue justificando a medida que los usuarios comenzaron a conocer sus cualidades. Pero todo debe evolucionar, y para Mazda el CX-60 es tan importante como su hermano mayor CX-90, porque el citado ejemplar expresa los más altos valores que posee esta marca, la que dicho sea de paso fue fundada en 1920 en la ciudad de Hiroshima.
Volviendo al tema del CX-60, debemos aclarar que la unidad recién estrenada por Inchcape, representante oficial de la firma nipona en Chile, no exhibe ajustes en el exterior, conservándose el lenguaje estético Kodo… un término japonés que se refiere a el “Alma del Movimiento”. Los cambios están en el interior, modificaciones que sin lugar a dudas elevan aún más la sensación de calidad que ya nos ofrecía este ejemplar.
La filosofía Jinba-Ittai que caracteriza a la marca también está intacta, metodología que se refiere a la conexión natural que debe existir entre un jinete y su corcel, aunque en este caso hablamos del conductor y su vehículo. Lo que cambia, en la versión denominada Signature PHEV, es la presencia de un tapiz café claro, en las puertas, asientos y tablero, sector donde además se ofrece una aplicación de cuero Alcántara en el punto que separa el plafón de la consola central.
La idea de este up grade es generar un mayor impacto emocional en los usuarios, despertando sensaciones nuevas y, por supuesto, robusteciendo la calidad que naturalmente destila este refinado SUV. Por su parte, la versión Signature PHEV ataviada con tapiz negro, no incluye algunos elementos externos que sí podemos ver en la unidad con tapiz café claro, como por ejemplo las llantas y retrovisores negros, aditamentos que son propios del nivel Premium Sport.
El Mazda CX-60 ya no se ofrecerá con motor turbodiésel, debido a la norma Euro 6c, pero en el catálogo seguirán disponibles las siguientes motorizaciones: Prime 2,5 litros (185 cv y 250 Nm), Premium Sport MHEV 3,3 litros (280 cv y 450 Nm) y Signature PHEV 2,5 litros (189 cv y 261 Nm). Los precios van desde los $48.990.000 hasta los $57.990.000.