Test Drive MINI Countryman, con un estilo simple y carismático
La denominación Countryman no es nueva al interior de esta marca, porque data de 1960. Pero este modelo regresó al catálogo hace 14 años, para imponer sus propias reglas en cuanto a diseño y, a partir de ahora, para ostentar un imponente tamaño.
En esta unidad lo primero que destaca es el diseño exterior que sigue los lineamientos del lenguaje estético Charismatic Simplicity, simplicidad carismática, una propuesta que lo redefine por completo y que, al mismo tiempo, le permite aumentar sus dimensiones; mide 4.433 mm de largo, 2.069 mm de ancho, 1.656 mm de alto y la distancia entre ejes se extiende hasta los 2.692 mm.
Pero además del diseño exterior, cautivante sin duda, este ejemplar ofrece una abundante batería tecnológica, en la que encontraremos aditamentos tales como un mando por voz (Hey MINI) y una plataforma de conectividad compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
El interior es minimalista, funcional y ecológico, ya que en la cabina nos toparemos con una serie de materiales recuperados, tales como polímeros de tipo vegano y PET de botellas. Destaca la pantalla táctil circular ultra delgada, la que se presenta con un radio de 24 cm y con tecnología OLED.
A nivel técnico esta variante, tope de gama, cuenta con los servicios de un motor 2,0 litros turbo gasolinero que produce 204 cv y 300 Nm, coligado a una transmisión automática de doble embrague y siete marchas; la tracción es integral ALL4.
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